Vísteme despacio que tengo prisa: Seguramente, no debe de haber otro dicho popular tan cuestionado respecto de su origen, como este. En realidad, se trata de una sencilla frase, pero ha sido adjudicada a tantos protagonistas de la
Historia que nadie sabe ciertamente quién tiene los "derechos de autor". Desde Carlos III a Fernando VII, pasando por Napoleón Bonaparte, todos alguna vez parecen haber pronunciado esta frase que, por otra parte, no demuestra ser ninguna genialidad y es un hecho que muchos
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