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LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

vistas del pueblo
Foto enviada por Victoria Serna,

415
Y con la cuerda tirante
dende que ese tono elija,
yo no he de aflojar manija
mientras que la voz no pierda,
si no se corta la cuerda
o no cede la clavija.
414
Ya verán si me despierto
cómo se compone el baile;
y no se sorprenda naides
si mayor fuego me anima;
porque quiero alzar la prima
como pa tocar al aire.
412
Más que yo y cuantos me oigan,
más que las cosas que tratan,
más que los que ellos relatan,
mis cantos han de durar;
mucho ha habido que mascar
para echar esta bravata.
411
Y el que me quiera enmendar
mucho tiene que saber;
tiene mucho que aprender
el que me sepa escuchar;
tiene mucho que rumiar
el que me quiera entender.
410
Pero voy en mi camino
y nada me ladiará;
he de decir la verdá;
de naides soy adulón;
aqui no hay imitación;
esta es pura realidá.
409
Y no piensen los oyentes
que del saber hago alarde;
he conocido aunque tarde,
sin haberme arrepentido,
que es pecado cometido
el decir ciertas verdades.
408
Lo que pinta este pincel
ni el tiempo lo ha de borrar;
ninguno se ha de animar
a corregirme la plana;
no pinta quien tiene gana
sino quien sabe pintar.
404
Canta el pueblero... Y es pueta;
canta el gaucho... Y, ¡ay Jesús!,
Lo miran como avestruz,
su inorancia los asombra;
mas siempre sirven las sombras
para distinguir la luz.
403
Que cante todo viviente
otorgó el Eterno Padre;
cante todo el que le cuadre
como lo hacemos los dos
pues sólo no tiene voz
el ser que no tiene sangre.
401
Mucho tiene que contar
el que tuvo que sufrir,
y empezaré por pedir
no duden de cuanto digo;
pues debe creerse al testigo
si no pagan por mentir.
400
Tanto el pobre como el rico
la razón me la han de dar;
y si llegan a escuchar
lo que esplicaré a mi modo,
digo que no han de rair todos:
algunos han de llorar.
399
Si no llego a treinta y una
de fijo en treinta me planto,
y esta confianza adelanto
porque recibí en mi mismo,
con el agua del bautismo,
la facultá para el canto.
398
Siento que mi pecho tiembla,
que se turba mi razón,
y de la viguela al son
imploro a la alma de un sabio
que venga a mover mi labio
y alentar mi corazón
397
Viene uno como dormido
cuando vuelve del desierto;
veré si a esplicarme acierto
entre gente tan bizzarra
y si al sentir la guitarra
de mi sueño me despierto.
MARTIN FIERRO

Atención pido al silencio
y silencio a la atención,
que voy en esta ocasión,
si me ayuda la memoria,
a mostrarles que a mi historia
le faltaba lo mejor.