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LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

Merienda en familia (foto antigua)
Foto enviada por Victoria Serna,

Pagar el pato (to foot the bill): Padecer una pena o castigo, sin merecerlo o por culpa de otro. El origen hay que buscarlo en la burla que hacían los viejos cristianos a los judeoespañoles debido al "pacto" (deformado irónicamente en la forma "pato") que habían hecho estos con Dios.
Para C. R. C.,

en Trafalgar Square

La música del agua:
vienen las palomas,
ritual de la tarde.
Baten alas casi enloquecidas,
suben brazos, torso, nuca
de transeúnte ausente ... (ver texto completo)
La pequeña ciudad
se despereza, boca arriba, al sol,
las columnas extendidas
como catedral rusa con plaza al fondo.
Viejitos aldeanos con pasos diminutos,
o tal vez un granjero sonriendo
entre sandías gigantescas.
Codiciosos arbustos extienden
sus miembros a la brisa,
y tu pelo oliendo a lana dormida, ... (ver texto completo)
Para C. R. C.,

en Trafalgar Square

La música del agua:
vienen las palomas,
ritual de la tarde.
Baten alas casi enloquecidas,
suben brazos, torso, nuca
de transeúnte ausente ... (ver texto completo)
En boca cerrada no entran moscas (a closed mouth catches no flies): Es muy útil saber callar a tiempo.
Por eso, la expresión se divulgó en el uso popular con el sentido metafórico de "tomar, beber en gran cantidad de cualquier clase de bebida alcohólica", o en otras palabras, ser considerado lisa y llanamente un borracho.
El que siembra vientos cosecha tempestades (he who sows the wind, will reap the whirlwind): Las malas acciones y los odios suscitados tienen funestas consecuencias.
El que las hace las paga (as a man makes his bed, so he must lie on it): Otra variante de ojo por ojo... o el que a hierro mata...
"Es mejor encender una luz que maldecir la oscuridad."
Hay un doble gemido solitario,
la llamarada que el temblor atiza,
el empuje genésico, lunario,
del instante que clama y se eterniza.
El rumor de la fronda desdibuja
leves palabras de confesionario
que el mástil de tu ardor vence y estruja.
Fallece en la ribera la gloriosa
marejada fugaz entre burbujas:
yo te aguardo en su sábana arenosa.
Abdiqué del silencio y del atajo:
una fosforescencia victoriosa
empieza a germinarme desde abajo.
de diosa primeriza, de altanera
urgencia de morir en tu debajo,
libertada y, al punto, prisionera.
comparece mi voz ante su espejo.
Recibe arrebatada mi panera
la miga de tus besos. Hay un dejo
Cumple la selva el rito de la vida,
acuchillan el agua los reflejos,
y oriunda de la brasa, estremecida,