HERMOSILLA: Esta tierra nuestra es tierra de sudor y de sacrificio....

La primavera irrumpe con toda su fuerza floral.

Almendros blancos y rosas, ciruelos, perales, cerezos y melocotoneros rosados son la belleza a contemplar.

El cuco canta en el bosque de ribera, la abubilla allá en la lejanía y el picatroncos no deja de golpear.

Los aviones de pecho blanco y dorsinegros son los acrobatas del aire en busca de insectos, parece que juegan al pilla-pilla.

Todo es primavera en la campiña, los eriales y en las huertas de Hermosilla.

Pero hete aquí, que como una oscura ave rapaz y sombría, la noche del jueves 6 de Abril, menos 7 grados de helada negra, asolo árboles y quemó toda la floración nacida.

Al carajo se fue de otoño e invierno, el duro trabajo.

Aún queda la flor del nogal, nispero y manzanos que la suerte nos acompañe y el cielo tienda su manto de armiño y seda en las noches de heladas negras.

Esta tierra nuestra es tierra de sudor y de sacrificio.

Ingrata ante el trabajo del hombre.

Tanto trabajo... ¡para nada!