HERMOSILLA: Espléndida y meditada reflexión.

Es agradable ver la floración de los árboles en especial de los de la familia prunácea y rosáceas (cerezos, ciruelos, manzanos, almendros, melocotoneros, etc.); y no es de extrañar que este mar de flores extasíe y haga maravillarse a algunas personas ante tánta belleza cromática.

Y este desfile generoso de colores no son para nuestros ojos, sino para atraer a nuestras melíferas abejas, que a su vez se encargarán de polinizar las flores para que nos traigan jugosas cerezas o crocantes manzanas.

Estos días de Junio acamparán en varias fincas de Hermosilla junto al monte de encina, brezo, jara y cantueso, 250 colmenas de trabajadoras incansables para fecundar nuestros campos y eriales. Sean bienvenidas. La biodiversidad las necesita. Y nuestra boca tal vez degustará ese cristalino y ambarino manjar.

Espléndida y meditada reflexión.