Esta iglesia, cada vez menos usada como objetivo religioso, es en cambio el edificio más importante del pueblo, para ser cuidado, visitado y admirado por su belleza constructicva y patrimonio cultural. Hay que agradecer a Metrin, Pedro, Mikel, Jose Miguel y Abel, la plantación ornamental de arbustos y arboles en la subida y entrada de la iglesia. Esperamos seguir el próximo año con nuevas plantaciones y más voluntarios, dispuestos a colaborar en restaurar las zonas verdes y el patrimonio paisajístico de Hermosilla.