¡Qué sola estás, puerta de todos!.¡Qué pocos son los que cruzan tu umbral! Pero tu siempre en vigilia, mirando, esperando, que una mano venga a acariciarte y tu dichosa le dejarás pasar, para enseñarle la belleza que guardas en tus secretos interiores.
Siempre tus ojos, quietos, observando el pueblo, y el humo de sus casas, cada vez menos habitadas, esperando, y esperando..., esos pasos, esas manos, esos labios que vengan a saludarte y que hagan más llevadera tu soledad de ver pasar las estaciones, hasta que llega el verano y entonces la tristeza se convierte en alegría, viendo pasar caras conocidas, alguna nueva y otras que echarás en falta.
Puerta obligada, puerta temida, puerta querida.¿Cuándo llegará el día, que tus goznes abran de par en par y vuelva al pueblo la esperanza, las risas de los niños y las ilusiones perdidas. "Soledades tengo de tí, ¡ oh pueblo donde nací!".
Siempre tus ojos, quietos, observando el pueblo, y el humo de sus casas, cada vez menos habitadas, esperando, y esperando..., esos pasos, esas manos, esos labios que vengan a saludarte y que hagan más llevadera tu soledad de ver pasar las estaciones, hasta que llega el verano y entonces la tristeza se convierte en alegría, viendo pasar caras conocidas, alguna nueva y otras que echarás en falta.
Puerta obligada, puerta temida, puerta querida.¿Cuándo llegará el día, que tus goznes abran de par en par y vuelva al pueblo la esperanza, las risas de los niños y las ilusiones perdidas. "Soledades tengo de tí, ¡ oh pueblo donde nací!".