A veces quien saltaba sobre el "burro" se quedaba de "burro" un poco más adelante y, así, sucesivamente todos los miembros de la pandilla. Cuando saltaba el último, el primero se incorporaba y seguía la ronda. Era una manera de volver a casa cuando salíamos de la escuela y el tráfico no aumentaba los temores muchachiles.
"A la una nací yo
a las dos me bautizaron,
y a las tres ya tuve novia,
a las cuatro me casaron,
a las cinco ya fui quinto,
y a la seis fui coronel
a las siete fui a la guerra
a las ocho me mataron
a las nueve me enterraron
a las diez resucité,·... ...