A ver si la página me deja terminar mis recuerdos:
Decía que cuánta y qué sincera insistencia por parte de los dueños de la tahona para que nos quedáramos a cenar toda la cuadrilla en su
casa, pese a tener ya un montón de invitados.
Después, la velada y la
fiesta fue superior a todo lo esperado.
Bastantes años después, en otro viaje por la zona, llegué de nuevo a Busto para revivir aquellas fechas primeras, siendo atendido maravillosamente de nuevo por las personas con quienes me encontré cerca
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