El Atinactico, vehículo (foto antigua), BURGOS

Made in Burgos, el Atinactico

Corría el año 1.911. Estábamos en los inicios del auto-movil, vehículos que aún tenían muchas similitudes con los coches tirados por carruajes. Todo estaba por evolucionar.

Los hermanos Ocejo, de Burgos, eran apasionados de crear mejoras a este artefacto que cada vez corría más pero hacerlo por las carreteras de entonces era una experiencia demasiado peligrosa.

Por ello, en su taller fabricaron el Atinactico (en griego, sin trepidación), un revolucionario vehículo con suspensión basculante independiente en las cuatro ruedas. Lo presentaron en Bélgica con gran éxito, haciendo una demostración pasando a la endiablada velocidad de noventa kilómetros sobre unos obstáculos de doce centímetros de altura mientras un ocupante sujetaba de pies un vaso de agua lleno hasta el borde sin apenas derramar liquido.

Unos auténticos pioneros del todo terreno, aquí, de Burgos. Para investigarlo.
(1911)