Glera del Arlanzón, BURGOS

Glera del Arlanzón
Cuenta el Cantar de Mío Cid que cuando Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, fue desterrado de Burgos por el rey Alfonso VI, en esa su primera jornada de destierro, los burgaleses le cerraron las puertas de sus casas y posadas, ya que el rey había prohibido cualquier tipo de ayuda bajo pena de que perdieran sus propiedades y los ojos de la cara.
Por esta razón, el Cid cruza el río Arlanzón y duerme en su orilla izquierda, en la glera, donde en el siglo XI dormían los vagabundos y leprosos.
Por Yolanda Carranza Berezo