Don Rodrigo Díaz de Vivar está entrando en su querida ciudad de
Burgos. Este fin de semana estará con todos nosotros. ¡VIVA EL CID CAMPEADOR!
La glera del Arlanzón
En el
paseo del Espoloncillo se erigió en el año 1947 un sencillo monolito —diseñado por el
escultor Félix Alonso— para conmemorar el lugar de la glera, zona de abundante cascajo depositado por las crecidas del
río, donde acampó el Cid Campeador con su mesnada, la primera
noche de su cantado destierro.
En la Edad Media el lugar, que estaba despoblado y en cuyas inmediaciones existían productivos viñedos, solía ser utilizado para pasar la noche por los viajeros y comerciantes que, por llegar más tarde de la
puesta de sol, se encontraban las
puertas de la ciudad cerradas.
BURGOS CIDIANO
En Burgos sigue latiendo con intensidad la memoria de El Cid Campeador, el personaje más famoso de toda su
historia. Además, la ciudad es uno de los hitos fundamentales, del
Camino del Cid una original iniciativa turística inspirada en los itinerarios descritos en “El Cantar de Mio Cid”. La capital del Arlanzón está repleta de enclaves cidianos que recuerdan la presencia, legendaria o real, de Rodrigo Díaz de Vivar. Entre todos destacan el Solar del Cid, la
iglesia de
Santa Águeda, la
Catedral —en la que están enterrados sus restos—, el
arco de Santa María, el
monumento sobre la glera del Arlanzón, el
puente de
San Pablo y la
estatua ecuestre que preside la
plaza de Mio Cid.