El
Hospital del Rey, declarado Bien de Interés Cultural el 3 de Junio de 1931, está situado en el extremo suroccidental de la ciudad de
Burgos, la
Puerta de Romeros es la entrada norte del Hospital del Rey, este actualmente es la sede de la Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos, fue una institución de gran importancia dedicada al cuidado de peregrinos y enfermos pobres, formando parte de la impronta del
camino de Santiago.
Desde su creación y hasta el siglo pasado ha estado bajo jurisdición y gobierno de la abadesa de las Huelgas.
En el Hospital se encuentran restos del estilo
rómanico-ojival. Tales son la
portada de la
iglesia y un
arco perteneciente al muro norte y otro que conduce al
patio de los conmendadores.
La parta más artística data del tiempo de Carlos I. Está constituida por la Puerta de Romeros que da entrada al primer patio; una portada lateral en la zona que ocupó el primitivo Hospital enfrente, un ala de cuatro
arcos que precede al
pórtico de la iglesia. La Puerta de Romeros se abre en un muro de sillería de
piedra, flanqueado de dos torrecillas cilíndricas y provisto de amplias
ventanas renacentistas.
Se forma por un arco rebajado provisto de modillones, donde destacan finas hojas de acanto, alternando con el
blasón del reino castellano, le adornan igualmente conchas, contario y en el mútulo de su clave aparece la fecha de construcción 1526. Ocupan las enjutas enlazadas
columnas con el lema del “ plus ultra” en el recuerdo del emperador Carlos I, a los lados pilastras festoneadas de guirnaldas y columnas abalaustradas, cubiertas con motivos ornamentales, las cuales imitan la labor más fina de argentería de acuerdo con su estilo plateresco. En el Entablamento se lee “ Beatas qui intelligit super egenum et paauperrem” en la cornisa se levanta el ático dividido en tres compartimentos, el central forma una
hornacina conchiforme, con pilastras decoradas por la corona y las mazas imperiales, de las cuales pende el toisón. Sobre este cuerpo se encuentra una faja de veneras y un
frontón triangular, donde destaca el busto del fundador Alfonso VIII con cetro y corona real, y en el remate la figura de
San Miguel.
En los espacios laterales aparecen los
escudos del reino, sobre los que destacan los bustos del Príncipe de los Apóstoles y San Pablo, a los extremos las pilastras y dos ángeles tenantes del
escudo real que rematan en sutiles flameros con la
cruz de Santiago en hierro. En la parte posterior se desarrolla sobre el arco una decoración igualmente prolija, aunque menos armónica. Toda la
fachada esta provista de cestería con flameros y bichas que se prolonga sobre el
edificio destinado antiguamente a
comedor de peregrinos.
El resto del patio porticado es del mismo gusto renaciente, esta constituido por cuatro arcos sobre pilares con columnitas abalaustradas en sus frentes y
hornacinas
Restauración
La lesión más grave era una gran mancha de humedad que los estudios achacan a la filtración de
lluvia por la parte superior, una vez descartada la existencia de
aguas freáticas.
Además de eliminar la humedad y proteger el conjunto frente a nuevas filtraciones, se han limpiado y restaurado la crestería, la portada, los pináculos y las gárgolas.
También se ha desmontado y repuesto el
tejado, con elementos auxiliares de evacuación.
La actuación en la Puerta de Romeros ha incidido, por otra parte, en el zócalo, que estaba erosionado y se ha reintegrado.
Además de la Puerta de Romeros, la Fundación ha recuperado la portada del segundo
claustro y la que da acceso a la antigua
capilla, con sus carpinterías y herrajes.