Por Yolanda Carranza Berezo
Fue un 24 de octubre de 1947 cuando el
Ayuntamiento de
Burgos aprobó el
homenaje en forma de
estatua a Rodrigo Díaz de Vivar. En octubre de 1954, un camión transportó, desde
Madrid y en 12 piezas, la estatua de El Cid a cargo de los Hermanos Codina.
El día 23 de julio de 1955 tendría lugar la inauguración. Al acto acudieron el Jefe de Estado, Francisco Franco, su mujer, Carmen Polo, el alcalde de Burgos, Florentino Díaz Rey, el Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento, Jesús
Posada Cacho, y varias autoridades locales y provinciales importantes de la época.
Franco y Carmen Polo fueron recibidos en la
puerta de la
catedral por el arzobispo Francisco Pérez Platero y, a continuación, se desplazaron a la
Plaza del Cid, antigua Plaza General Primo de Rivera.
Tras los discursos del alcalde de Burgos y del dictador, ambos depositaron una corona de laurel a pie de la Estatua del Cid. Con esto quedaba inaugurado el
monumento y se procedió a los desfiles
militares en los que participaron el Batallón de
Carros nº12, dos escuadrones de sables del Regimiento de Caballería de Cazadores
España nº11, tres escuadrones de la Milicia
Aérea Universitaria, jinetes del Arma de Caballería, un batallón del Regimiento de Infantería
San Marcial nº7 y, finalmente, al paso ligero de los legionarios una
bandera de paracaidistas.