Situado en la ribera del Arlanzón, en pleno
Paseo del Espolón, tiene una decoración elegante y sobria, acorde con el lugar en el que se encuentra. Tres interesantes menús -Platea, Bambalina y Castellano- y carta en los que hace su propia interpretación de los clásicos. Emblema de la
casa es su magnífico steak tartar. Encomiable carta de vinos.