PLAZA DE SANTAMARÍA recibe el nombre de la titular del templo catedralicio y de la
fuente que preside la plaza.
Las
escaleras que conducen a la
calle Fernán González se conocían antaño como subida al azogue.
En esta subida se encuentran algunas construcciones del siglo XV y XVI, entre las que sobresale una en la que tuvo asiento el taller del impresor fabrique de Basilea.