En lo más alto del escarpado cordal calizo que se alza frente al pueblo de Arreba y mimetizadas con el roquedo, se localizan las ruinas del castillo de Arreba. Esta legendaria fortaleza, situada estrategicamente para vigilar las vías de comunicación que desde el Ebro atravesaban el desfiladero de la Nava, fue un importante bastión en el abance de los astures y montañeses que bajaban desde el norte para repoblar unas tierras que en aquellos remotos tiempos, siglos VIII y IX, se llamaban las Bardulias. Años después, en torno al 1040, también fue testigo de los duros enfrentamientos fronterizos entre navarros y castellanos. Con el tiempo pasó a manos de los más poderosos señores feudales de las Merindades: los Velasco.
(Rincones singulares de Burgos II. El sur de las Merindades. Enrique Rivero).
(Rincones singulares de Burgos II. El sur de las Merindades. Enrique Rivero).