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ARREBA: El Castillo de Arreba vivió , sobre el inaccesible...

El Castillo de Arreba vivió , sobre el inaccesible roquedal, las gestas de la Castilla Condal y, en los días del nacimiento del Reino Castellano, presenció la desmembración de los territorios del norte y del este a favor de García VI de Navarra, cuyos estandartes ondearon en el Castillo bajo el señorío del noble Salvador González que le gobernaba en el año 1.040, frente a las tierras del Alfoz de Bricia, poseídas por Fernando y de Castilla.
La muerte de García en la batalla de Atapuerca en 1.054 despejo de enseñas navarras gran parte de las tierras desmembrada. Arreba se reintegró al reino castellano y su señor, Salvador González, pasó al servicio de Fernando y con la investidura del Condado de la Bureba.
En el siglo XV, el Alfoz y Castillo de Arreba aparecía vinculado en el linaje de los Laras, representado por el Conde de Castañeda y su hijo el primer Marqués de Aguilar.
A esta Casa sucedió la de los Velasco, traída por una rama desgajada de esta poderosa familia a estos valles patriarcales de Arreba. El Condestable Don Pedro Fernández de Velasco, muerto en 1.559, creó un mayorazgo para su hijo natural Pedro Velasco en el Castillo y aldeas de Arreba, y la fortaleza de Cilleruelo de Bezana.
Con la presencia de este señorío de tipo aldeano se extinguía la épica vibración del Castillo de Arreba, cuarteado en sus muros ante la indiferencia de los campesinos, que no podían comprender ya el gesto amenazador del ruinoso castillo, ni el presuntuoso empaque de estos hidalgos en la paz florida de sus campos, tan generosamente embellecidos.