ARANDA DE DUERO: El Duero pasa sin prisa...

El Duero pasa sin prisa
y sin poner condiciones,
Aranda tiene esa brisa
de fabricar emociones.

Una jota en la ribera
que alegra los corazones,
y hace más dulce la espera
aunque existan nubarrones.

Que su puente es todo historia
entre penas y emociones,
y contiene su memoria
muchas nuevas sensaciones.

Calles del Aranda viejo
con sabores castellanos,
gentes llanas sin complejo
que conviven como hermanos.

Sus bodegas son historia
de la ribera del Duero,
vinos que saben a gloria
si se beben con esmero.

Palabras que sientan leyes
y el Duero las va agrandando,
pasó el Cid, pasaron reyes
y hoy se les va recordando.

Puentes con viejas leyendas
que el tiempo va renovando,
Aranda tiene esas sendas
que a veces pisas cantando.

Quiero pasar por Aranda
sin llegar a estar soñando,
su fama tambien se agranda
y yo me estoy alegrando.

Aranda tiene caminos
que el Duero les va cruzando,
y a la vez tiene esos vinos
que a la gente van gustando.