LAS CAMPANAS
Cuatro campanas tenemos en Viñegra de Moraña, tres en la Iglesia y una en la Ermita
El oficio de campanero solía ser un oficio itinerante. El maestro campanero acudía al lugar donde se requerían sus servicios con sus herramientas (moldes de madera y cerámica, martillos, limas, tenazas y punzones), y allí desarrollaba su tarea. El trabajo, sin duda, se prolongaría cierto número de días, pues implicaba una serie de operaciones costosas, como construir el horno de la fundición y preparar los moldes de las campanas en arcilla.
Era necesario construir un horno donde se fundiera el metal, para lo que era preciso quemar gran cantidad de leña, y también fabricar un doble molde de arcilla para la campana, que debía colocarse en un hoyo, debajo de tierra, para verter el metal fundido desde arriba.
Don Manuel Ballesteros Lastra fue un fundidor que dejo su huella por estos lares. La campana norte de la Iglesia, la grande, fue fundida por él a finales del siglo XIX.
Tiene grabado su nombre y el del párroco que la encargo D. Ildefonso Tejeda, que en 1901 paso a ser párroco de Grajos, hoy San Juan del Olmo. Da la casualidad que ese pueblo, Grajos, es donde nació un párroco que hubo en Viñegra muchos años, D. Rufino Gómez Sevilla.
También tiene grabada la leyenda “con mi sonido sonoro a los fieles llamo al templo, hijos de Viñegra, atentos, venid y hallareis socorro”
La campana sur tiene grabado “Jesús, José y Maria”, por lo general esta grabación corresponde al siglo XVIII, pero hasta ahora no puede informar de mas datos.
Vivimos en lo alto,
somos dos hermanas,
una tiene la voz ronca,
otra tiene la voz clara.
Mi abuela tiene un colmillo
al que mueven los monaguillos.
Una vieja con un diente
alborota a todas las gentes.
Besos.
Cuatro campanas tenemos en Viñegra de Moraña, tres en la Iglesia y una en la Ermita
El oficio de campanero solía ser un oficio itinerante. El maestro campanero acudía al lugar donde se requerían sus servicios con sus herramientas (moldes de madera y cerámica, martillos, limas, tenazas y punzones), y allí desarrollaba su tarea. El trabajo, sin duda, se prolongaría cierto número de días, pues implicaba una serie de operaciones costosas, como construir el horno de la fundición y preparar los moldes de las campanas en arcilla.
Era necesario construir un horno donde se fundiera el metal, para lo que era preciso quemar gran cantidad de leña, y también fabricar un doble molde de arcilla para la campana, que debía colocarse en un hoyo, debajo de tierra, para verter el metal fundido desde arriba.
Don Manuel Ballesteros Lastra fue un fundidor que dejo su huella por estos lares. La campana norte de la Iglesia, la grande, fue fundida por él a finales del siglo XIX.
Tiene grabado su nombre y el del párroco que la encargo D. Ildefonso Tejeda, que en 1901 paso a ser párroco de Grajos, hoy San Juan del Olmo. Da la casualidad que ese pueblo, Grajos, es donde nació un párroco que hubo en Viñegra muchos años, D. Rufino Gómez Sevilla.
También tiene grabada la leyenda “con mi sonido sonoro a los fieles llamo al templo, hijos de Viñegra, atentos, venid y hallareis socorro”
La campana sur tiene grabado “Jesús, José y Maria”, por lo general esta grabación corresponde al siglo XVIII, pero hasta ahora no puede informar de mas datos.
Vivimos en lo alto,
somos dos hermanas,
una tiene la voz ronca,
otra tiene la voz clara.
Mi abuela tiene un colmillo
al que mueven los monaguillos.
Una vieja con un diente
alborota a todas las gentes.
Besos.