¿Donde el mar no se puede concebir?
Pongamos que hablo de San Martín.
LA SIRENITA DE LA FUENTE JUANA
La sirenita de la fuente Juana
no cuenta ni con escamas ni cola,
y vigila por si naciera una ola
en el lecho acuoso de la fontana.
Ella que tiene tantísimo de hada,
Diosa y mujer en delicioso cruce,
hace conjuros con el agua dulce
en afán de convertirla en salada.
Atenta acecha el cielo de la sierra,
e imagina travesías sin tregua
dejando atrás a la estrella polar,
añora el salitre varada en tierra,
y dice que oye en el caño del agua
la voz profunda y serena del mar.
DLV®
Pongamos que hablo de San Martín.
LA SIRENITA DE LA FUENTE JUANA
La sirenita de la fuente Juana
no cuenta ni con escamas ni cola,
y vigila por si naciera una ola
en el lecho acuoso de la fontana.
Ella que tiene tantísimo de hada,
Diosa y mujer en delicioso cruce,
hace conjuros con el agua dulce
en afán de convertirla en salada.
Atenta acecha el cielo de la sierra,
e imagina travesías sin tregua
dejando atrás a la estrella polar,
añora el salitre varada en tierra,
y dice que oye en el caño del agua
la voz profunda y serena del mar.
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