Esos mocitos de plaza
cambiaron su atuendo jornalero
por el traje dominguero
y por zapatos sus albarcas.
Se limpiaron el sudor, el polvo, la fatiga
lavándose con agua tibia en palangana,
atusándose el pelo, haciendo muecas
en un espejito medio roto en las esquinas.
¡Madre! ¿dónde está el traje?
ahí le tienes colgado de un clavo,
y los zapatos “lustrados”
¡ya volverán con barro!
Ahí vienen, los mocitos de plaza
con el cigarrillo liado
de picadura de la buena
comprada al Tío Morato.
Preparados para el alterne
suenan en los bolsillos reales
para pagar la entrada al baile
del salón de tío Pedro o de tía Bene.
Los mozos de esta foto son: de derecha a izquierda, Mariano, Modes, Amador, Abilio, y el otro dicen que es alguno de la Herguijuela.
Y no os perdais el entorno, la calle, la fuente Espinosa, el puente la Fragua...
La juventud, como la calle ha cambiado muchísimo.
cambiaron su atuendo jornalero
por el traje dominguero
y por zapatos sus albarcas.
Se limpiaron el sudor, el polvo, la fatiga
lavándose con agua tibia en palangana,
atusándose el pelo, haciendo muecas
en un espejito medio roto en las esquinas.
¡Madre! ¿dónde está el traje?
ahí le tienes colgado de un clavo,
y los zapatos “lustrados”
¡ya volverán con barro!
Ahí vienen, los mocitos de plaza
con el cigarrillo liado
de picadura de la buena
comprada al Tío Morato.
Preparados para el alterne
suenan en los bolsillos reales
para pagar la entrada al baile
del salón de tío Pedro o de tía Bene.
Los mozos de esta foto son: de derecha a izquierda, Mariano, Modes, Amador, Abilio, y el otro dicen que es alguno de la Herguijuela.
Y no os perdais el entorno, la calle, la fuente Espinosa, el puente la Fragua...
La juventud, como la calle ha cambiado muchísimo.
