Leyendo el escrito de Ignacio, que por cierto me ha gustado mucho, sonrío y pienso: con razón nos llaman chocolateros... Para todos era un placer disfrutar aquellos calentitos chocolates que se preparaban al llegar San Andrés y Santa Lucia y los dulces que se hacían para la ocasión.
Me cuenta mi madre, que un dia de San Andrés (pudiera ser del que nos habla Ignacio) hacía un frio horroroso. El otoño estaba dando su paso al invierno adelantadamente y las cuestas de la calle Triana amanecieron heladas. Colgaban de los tejados chupones helados que los chiquillos cogían, no sé para qué (aunque me lo imagino) y el dia estaba frio, muy frio. Pero mi madre no lo notaba, había algo en su interior que la hacia sentirse tan feliz, que solo podía pensar en eso. El día de la víspera de la fiesta, fue de mucho ajetreo, tenia que estar todo listo, todo preparado para San Andrés, no podia faltar de nada y mi madre estaba un poco nerviosa. Su madre había fallecido hacía unos años y la echó mucho de menos porque ella ademas de darle su calor, la hubiera ayudado en los preparativos.
Y llegó el día de San Andrës. No sé si se comió su chocolate, sé que no pudo ir a misa, ni pudo ir al baile. Porque ese día.... ese día nací yo.
Me cuenta mi madre, que un dia de San Andrés (pudiera ser del que nos habla Ignacio) hacía un frio horroroso. El otoño estaba dando su paso al invierno adelantadamente y las cuestas de la calle Triana amanecieron heladas. Colgaban de los tejados chupones helados que los chiquillos cogían, no sé para qué (aunque me lo imagino) y el dia estaba frio, muy frio. Pero mi madre no lo notaba, había algo en su interior que la hacia sentirse tan feliz, que solo podía pensar en eso. El día de la víspera de la fiesta, fue de mucho ajetreo, tenia que estar todo listo, todo preparado para San Andrés, no podia faltar de nada y mi madre estaba un poco nerviosa. Su madre había fallecido hacía unos años y la echó mucho de menos porque ella ademas de darle su calor, la hubiera ayudado en los preparativos.
Y llegó el día de San Andrës. No sé si se comió su chocolate, sé que no pudo ir a misa, ni pudo ir al baile. Porque ese día.... ese día nací yo.