Alguien me contó una vez que en La Lastra era
costumbre invitar a cenar a los forasteros en el día de la
fiesta, si áquellos no tenían sitio dónde cenar. Soy de
Avellaneda. Al menos con los de mi
pueblo era así, según me contaron. Me sorprende que una gente tan acogedora esté ahora a tortas ¿ Nos estamos volviendo locos o es el signo de los tiempos?