Todos los
veranos de mi vida he estado en Horcajo, a veces más tiempo, a veces menos, y espero no dejar nunca de ir, descansar, saludar, pasear, ver a la
familia... Viviendo lejos de
Madrid, es la mejor manera de no olvidar. Porque hay tantos recuerdos, tantas
fiestas de Santiago y alrededores, año tras año,
verano tras verano. Ojalá mis hijos disfruten tanto como he disfrutado yo.