Ja ja ja ja ja ostras tio, ya ves que si me acuerdo de tus cabezaditas en la parte trasera de la Vespa. Mas de una vez pensaba que te caias de verdad. Me lo tomaba bien, ya que eso significaba que confiabas plenamente en mi conduccion. . . . Y eso que me enseñaste a conducir la moto tu mismo. Ya es puñetera casualidad, pero la Vespa la he tenido hasta ayer mismo en el garaje, porque ayer se la llevaron para el desguace. Me dio una pena de la leche, pues no dejo ahi recuerdos ni nada.
Un abrazo tio
El belga.
Un abrazo tio
El belga.