A mis caballeros andantes que cabalgaban en sus lumis, a mis dulces medianos que han envejecido con mucho porte y señoranza, a sus queridas esposas que lloran en silencio sus muchos desvaríos sexuales, a los muchos descendientes que han ido diseminando a lo largo y ancho de Navalperal de Pinares y alrededores. A todos los Navalpereños: feliz 2005... De las lumis lúdicas y festivas.
