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NARROS DEL CASTILLO: ¡REIROS…!...

¡REIROS…!

Ya los sueños me abandonan,
mis noches no son las mismas,
ya a mi alma la recorren
las sombras del nuevo día.

Pero… ¡reíros!
que yo, os pido risas,
¡reíros de mi y mis fantasías!
calentad así, mis lágrimas frías.

Que si hay un despropósito,
ese esta sólo en mi vida,
¡reíros pues, sin sorna, sin ironía!

¡Y dejadme luego en paz…!
a solas con mi agonía,
y no volváis la vista atrás,
simplemente, rezad un avemaría.

Que la vida es muy corta
para guardarla con celosías,
y es toda ella muy larga
para estar sin compañía,
sin sueños en las noches…
sin esperanzas por el día.