LA AVELLANEDA
Recopiladora: Silvia Moreno González, nacida en 1986.
Lugar: Navalmoral de la Mata.
Informante: su madre, Mª Ángeles Gonzaléz Moreno, nacida en 1957, a quien se lo contó su suegra.
Un pueblo de los Ibores que se llama La Avellaneda está a 9 km de Castañar de Ibor. Es un pueblo que desapareció por causa de las termitas. Todos los objetos de la iglesia tuvieron que ser trasladados a la iglesia de Castañar. El Cristo se llama “El Cristo de la Avellaneda”. Cuando estaban trasladando al Cristo [para cambiarlo] de pueblo, por la calle que le llevaron por primera vez (desde entonces se le hace una procesión todos los años), el señor cura decidió que la procesión se hiciera por otra calle distinta a la de todos los años. Según iba la procesión, se levantó como un tornado de aire. Entonces, la gente que iba en la procesión acompañando al Cristo [lo llevaron de vuelta ] a la iglesia, y le volvieron a sacar para volver a empezar la procesión. Pero por su recorrido de todos los años, pasando por la calle que le llevaron por primera vez.
Mientras hacían el recorrido correcto, dejó de hacer el aire que hacía en cosa de segundos y durante toda la tarde estuvo haciendo un sol espléndido y desde entonces los mayores del pueblo recuerdan el milagro ése; el recorrido desde entonces es el mismo.
Recopiladora: Silvia Moreno González, nacida en 1986.
Lugar: Navalmoral de la Mata.
Informante: su madre, Mª Ángeles Gonzaléz Moreno, nacida en 1957, a quien se lo contó su suegra.
Un pueblo de los Ibores que se llama La Avellaneda está a 9 km de Castañar de Ibor. Es un pueblo que desapareció por causa de las termitas. Todos los objetos de la iglesia tuvieron que ser trasladados a la iglesia de Castañar. El Cristo se llama “El Cristo de la Avellaneda”. Cuando estaban trasladando al Cristo [para cambiarlo] de pueblo, por la calle que le llevaron por primera vez (desde entonces se le hace una procesión todos los años), el señor cura decidió que la procesión se hiciera por otra calle distinta a la de todos los años. Según iba la procesión, se levantó como un tornado de aire. Entonces, la gente que iba en la procesión acompañando al Cristo [lo llevaron de vuelta ] a la iglesia, y le volvieron a sacar para volver a empezar la procesión. Pero por su recorrido de todos los años, pasando por la calle que le llevaron por primera vez.
Mientras hacían el recorrido correcto, dejó de hacer el aire que hacía en cosa de segundos y durante toda la tarde estuvo haciendo un sol espléndido y desde entonces los mayores del pueblo recuerdan el milagro ése; el recorrido desde entonces es el mismo.