NARROS DEL CASTILLO: El zapato que te pones...

“Mañana ¿qué será de tus encantos

de tus bellos matices, pobre flor?

No habrá pesares para ti, ni llantos,

ni más recuerdos que mi triste amor.”

RONDA DEL VESTIDO

Dame, señora, licencia
para cortar un vestido,
que nadie le ponga faltas
y te venga bien cumplido.

El pañuelo que te pones
de día, claro lucero,
que te tapa tu belleza
y esos tus rubios cabellos.

Los pendientes que te pones
campanillas de oro son,
que descansan en tus hombros
y dan en mi corazón.

Los corales que te pones
alrededor de la garganta,
merecían de que [sic] fueran
de oro y de fina plata.

El justillo que te pones
abrochado con primor,
acuérdate de aquel majo
que te regaló el cordón.

El manteo que te pones
le [sic] comparo a una campana,
pomposita por abajo,
por arriba acinturada.

El mandil que tú te pones
le [sic] comparo a los leones;
¿ésa sí que es artimaña
para engañar a los hombres!

Las medias que tú te pones
son de una lana muy fina,
pues te las hizo el pastor
que guarda ovejas merinas.

Las ligas que tú te pones
no sé decir de qué son;
lo preguntaré a tu amante
que sabrá mejor que yo.

El zapato que te pones
es de pulidillo andar;
! quién fuera zapaterillo
para dírtelo a [sic] calzar!

Detén tu lengua, detenla;
no camines tan de prisa,
que te falta por decir
jubón, mantilla y camisa.

La camisa que te pones
es de lienzo bien curado;
los puños y el cabezón,
de tus manos laboriados [sic].

El jubón que tú te pones
es de paño de Segovia,
que te lo trajo tu amante
para cuando fueras novia.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
La mantilla que te pones,
que te llega a la centura [sic],
falta que pintar en ella
nuestras eternas venturas.

Adiós, pecho virginal;
adiós ojitos de cielo;
adiós carita de rosa
cortada en el mes de enero.
... (ver texto completo)