La Paz es un anhelo profundo del hombre. Cada uno de nosotros anhela vivir en Paz, la sociedad anhela vivir en paz. Los ecuatorianos anhelamos vivir en paz. Los hombres de América Latina anhelan vivir en paz. Los hombres del mundo entero anhelan vivir en paz. Es un anhelo, un anhelo profundo del corazón humano. Por lo mismo la paz debe constituirse en un objetivo, en un objetivo grande, en uno de los objetivos más nobles en el cual podamos entregar nuestra vida: “Trabajar por la Paz” es un anhelo, pero luego es una tarea. (Enc. Con los Estudiantes Universitarios, Cuenca 4 de junio de 1.986)