MESEGAR DE CORNEJA: Creo que tenía trece años cuando me declaré independiente....

Creo que tenía trece años cuando me declaré independiente. Me sentía agobiado por la presión constante de mi madre para que trabajara en el campo y cuidar el ganado que teníamos en casa, y por si fuera poco, a mediodía comíamos todos los días cocido de garbanzos con las viandas correspondientes mas, siempre el relleno que hacia mi madre majestuosamente.
Pero era algo que me excitaba, la tentación de independencia. Era invierno y fallaba la lumbre debajo de la chimenea negra por el hollín, así que con la cabeza bien fría tomé la firme decisión de plantarme frente al poder de mi madre y en un arranque de genio cogí unos folios de mi padre e hice una instancia dirigida al Ejercito del Aire, Mi padre estaba trabajando en la carpintería que teníamos y mi madre había salido, así que estuve seguro de que nadie en aquel instante me pararía los pies en mi decisión de avance hacia la emancipación en aquel ambiente frío, mientras, al otro lado de la ventana corría por el pueblo gente dócil y los perros por la calle. Al anochecido mientras escribía llegó mi madre y me vio con aquel papel en la mano. «Si no te quitas eso de la cabeza –me dijo–me darás un disgusto ». Eso fue cuanto dijo y se ausentó a la cocina.
El frío me lo estaba poniendo difícil. Mi madre me avisó a lo lejos: «Cuando decidas volver, tienes la cena sobre la mesa», con cierta rutina, como si recordase que también mi hermano siempre dijo que se iba de casa y nunca se fue hasta que no murio a los 85 años.

Saluos a mis paisanos