Este estanque lo mandó construir Cesáreo Martín en los años 40 del pasado siglo.
Con él regaba un
huerto que estaba situado en la parte baja del prado, junto a la
carretera.
Durante el
verano de 2019 se ha reparado porque estaba agrietado y solo retenía el
agua
cuando el manantial era abundante. En él, más de un baño se dieron los mozos del
pueblo.
Es un placer verlo de nuevo lleno de agua.