Reflexion de las herramientas del carpintero

Cuentan que en una carpintería hubo una extraña asamblea. Fue una reunión donde las herramientas discutieron sus diferencias.
El martillo ejercía la presidencia, pero el resto le exigía su renuncia. ¿La causa?: Hacía demasiado ruido, y además se pasaba todo el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió también que fuese expulsado el destornillador, alegando que daba muchas vueltas para conseguir algo. El destornillador aceptó los argumentos, ... (ver texto completo)
la paja en el ojo ajeno

Con mucha facilidad observamos errores en los demás. Somos profesionales en detectar defectos ajenos, alumnos aventajados en la labor de ver arrugas y manchas desplegadas en los atavíos de otros. En cambio, carecemos de pericia para detectar virtudes, esparcir halagos o mostrar admiración ante un atributo que merece nuestra aprobación.
Si dedicásemos un poco de nuestro tiempo a destapar el frasco que contiene el aroma de la objetividad, quizá pudiésemos exhalar la grata fragancia que desprende el prójimo.
Si tan sólo nos arriesgásemos a mirar los corazones de las personas que nos rodean, puede que las virtudes que pasan desapercibidas nos saliesen al paso, asombrándonos con un ramalazo de humildad.
Procedemos a censurar con indulgencia imitando el comportamiento fariseo, y así creernos más sabios, más justos, más...
Y cuanto más crece nuestro afán por mirar las faltas de otros, mucho más se empequeñece nuestro corazón.
¿Quiénes somos para emitir juicio contra nadie?
Aún sabiendo que no estamos autorizados a hacerlo encontramos implícitas razones para juzgar, zarandeando con palabras o acciones a quienes, a nuestro parecer, son merecedores de tales sacudidas.
Observemos la cantera de la cual fuimos rescatados, el hueco inmenso que allí quedó. Si actuamos justamente veremos que la piedra que sostenemos en nuestra mano lista para ser lanzada, ha de caer a nuestros pies reconociendo su derrota y asimilando que es mucho más sensato servir para edificar que para condenar.

«Quien no es capaz de tener defectos, no es capaz de tener
humanamente grandes virtudes.» ... (ver texto completo)
muy interesantes estas fotos de los trabajos del campo saludos desde mi pueblo burgales
Pensandoque no veia
porque Dios no le miraba,
dijo Abel cuando moria:
Se acabó lo que se daba.
J. D. M.
Que bonito P. S. y cuán verdád dices en éste escrito, saludos para ti y los tuyos, y si vas a las fiestas de Narros pasarlo bién.
F. no voy a las fiestas ya pasé allí dos meses ahora toca la rutina.
Saludos
Solución a las adivinanzas infantiles

1. Las estrellas.
2. Los tres muertos.
3. El brocal del pozo.
4. De agujeros.
5. Las tejas.
6. La cebolla.
7. El caracol.
8. El río. ... (ver texto completo)
10. Campo blanco, flores negras,
un arado y cinco yeguas.
9. Muchos soldados en fila,
y todos hablan por la barriga.
8. Tamaño como un camino,
y hoza como un cochino.
7. Tamaño como una nuez,
sube al monte y no tiene pies.
6. Una señora con muchas basquiñas
y que se pone la peor encima.
5. Muchas damas en un corral,
todas lloran a la par.
4. Un cántaro lleno,
¿de qué pesa menos?
. Tamaño como un redondel
y nadie se puede sentar en él.
2. Siete pájaros en una azotea,
matando tres, ¿cuántos quedan?