Le pregunté al
mar que se necesita para ser
feliz.
Sentada en la arena le pregunté al mar que se necesita para ser feliz.
Me contestó que la
felicidad se encuentra en todas partes, en todo ser viviente. La felicidad no es necesaria buscarla, siempre está presente, esperándote, aguardando el momento para que la tomes, para que la lleves contigo.
Pregunté entonces el por qué del dolor, la tristeza, la amargura el sufrimiento interno, a lo cual contestó: Uno tiene lo que busca, felicidad, tristezas,
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