Las viejas
chimeneas que existían en todas las
casas del
pueblo de Mesegar y que en los meses de duro
invierno y también en el
otoño, incluso en
primavera, dejaban adivinar la vida que dentro de cada una de esas casas existía
Aún hoy, cuando visitamos el pueblo, podemos a primera hora de la mañana o al
anochecer, oler el aroma que se desprende de alguna de esas chimeneas, que siguen siendo utilizadas por los pocos vecinos que quedan y ver el reguero de humo que se pierde a lo largo del horizonte
Chimeneas,
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