Ronda de las Leyendas, defensa de la ciudad, AVILA

Habiendo tenido que salir de la ciudad hacia el puerto de Menga los hombres de armas, Ávila había quedado desprotegida. O eso creyeron los moros, que al enterarse de esta desprotección decidieron asaltar las murallas. Ante el previsible ataque los abulenses nombraron como gobernadora a la mujer del alcalde, Doña Jimena o Ximena Blázquez.
La víspera del ataque al llegar noticias del avance del ejército moro y sin tiempo de pedir auxilio, Jimena reunió a todas las mujeres, las vistió de soldados, y con teas encendidas las mandó ocupar las almenas de la muralla, tocar las trompetas y gritar como si fueran hombres. Los moros al ver esto se detuvieron, sin atreverse a atacar y se retiraron, creyendo que habían quedado soldados en la ciudad. Desde entonces las mujeres abulenses tuvieron el privilegio de participar en las reuniones del Ayuntamiento.