Por consiguiente, la
catedral de
Ávila se está construyendo en el siglo XII, antes de 1192 y presumiblemente, según hipótesis de Gómez-Moreno, a partir de 1150 e interviene en ella el maestro Fruchel que es, junto al maestro Mateo de Santiago de Compostela, uno de los grandes representantes de la
arquitectura ojival del siglo XII cuyos nombres se han librado del olvido y han llegado hasta nosotros.