El códice del beato de la
catedral de
Gerona del año 975 cita la ocupación e intentos de repoblación de la ciudad por el conde Fernando Flaínez, hijo de Flaín Éctaz, añadiendo que —aunque se consideraba una ciudad toledana— no habitaban en ella por aquel entonces ciudadanos musulmanes. Los
campos eran talados, desmanteladas las poblaciones, las guarniciones sarracenas degolladas, los hijos y mujeres de los vencidos, llevados como esclavos y los cristianos mismos recogidos para poblar con ellos las comarcas de
Cantabria,
Álava y
Vizcaya, menos expuestas a la invasión de los musulmanes. Enrique Ballesteros, 1896 (Ballesteros, 1896, p. 31)