«Casi perdida entre la
niebla del crepúsculo y encerrada dentro de sus dentellados murallones, la antigua ciudad,
Ávila, la de las
calles oscuras, estrechas y torcidas, la de las
esquinas con
retablos y los
aleros salientes. Allí está hoy como en el siglo XVI, silenciosa y estancada.»