Colocado sobre una de las almenas de la
muralla, hago esta toma de la
plaza de
Santa Teresa. Desde aquí podemos ver las mesas y sombrillas de un par de
terrazas de
bares que hay en la plaza, y la
iglesia de
San Pedro al fondo pero lo verdaderamente peligroso, era el calor que despedían las
piedras de las almenas, como para freír un huevo, tocarlas era un peligro.