VILLANUEVA DE ALCARDETE: CUANDO MIRO AL HORIZONTE...

CUANDO MIRO AL HORIZONTE
Se van pasando los años de mi juventud lejana, donde guardo los recuerdos de mi familia cercana, eran tiempos de trabajo sobre tierra toledana, marcando muchos sudores en cualquier buena mañana, eran duros los trabajos sobre viñas bien labradas, y los huertos y olivares, eran cosas bien cuidadas. Recuerdos llevo conmigo, a la vez de mis hermanas, donde todas nos dejamos muchas horas bien ganadas, recorriendo los caminos en aquella edad temprana, para ganar algún sueldo que en mi casa se notaba. Mi padre dejo sudores en muchas horas marcadas, trabajo mucho los huertos en las más duras jornadas, marcando sobre el terreno sus labores cotidianas. Eran años de trabajo, eran tiempos de esperanza, donde la vida era dura pensando en cierta distancia, labradores de esa tierra, de La Mancha toledana, que fueron marcando sueños de vivir de su labranza, y la tierra le arrancamos mucha cosecha buscada, para borrar las penumbras que la vida nos dejaba, fueron años sin descanso para la familia honrada, que se dejo sus sudores por una pobre jornada, Viñedos de Villanueva, majuelos de alegre planta, tuvieron la alegre idea de ser campos de La Mancha. Trabajadores airosos soñadores de bonanza, sobre terrenos pedregosos quisieron marcar templanza. Con el paso de los años se recuerda en la distancia, las penurias de los padres, y a la vez de las hermanas, para sacar la familia de la pobreza mundana. Cuantos padres trabajando toda la larga semana, tuvieron pasos penosos, para cobrar casi nada. Caminos de Villanueva sendas que siguen marcadas, con el paso de los tiempos son sus huellas recordadas. Nadie quiere ver tristezas, ni abrazar horas pasadas, donde las gentes sencillas supieron de lucha y rabia, hoy que la vida nos brinda otra clase de esperanza, queremos borrar errores de las etapas pasadas. Son caminos con recuerdos, llanuras que sueña el alma, donde muchos hombres buenos encontraron mucha calma. En esta tierra bonita de La Mancha toledana, el pasado aquí se agita con ecos de una campana.
Rosario Fajardo Blanco.