CUANDO QUIERES A TU MADRE
Y nunca la hija es la dueña
de los pasos de una Madre,
ni poner cara risueña
para olvidar a su Padre.
Una Madre da cariño
antes de nacer el hijo,
volcando sobre su niño
su amor que por siempre es fijo.
Una Madre da su vida
por defender a su gente,
y sufre cualquier herida
en el más penoso ambiente.
Los hijos son los culpables
de tenerles reprimidos,
dejando de ser amables
al tenerlos retenidos.
Hay Madres que sin derechos
no pueden ver a sus hijos,
hablando de ciertos hechos
en muchos de los sentidos.
Madres llorando de pena
sin estar en el asilo,
ven tan dura su condena
que esta su vida en un hilo.
Amarradas al silencio
de distintos objetivos,
comprenden ese desprecio
en fechas que dan motivos.
Alguna Madre llorando
no puede ver a sus hijos,
en su vida va calando
el secuestro con prefijos.
Las leyes marchan tranquilas
sin mirar estos desmanes,
en sus momentos perfilan
no ver secuestro en las Madres.
G X Cantalapiedra.
Y nunca la hija es la dueña
de los pasos de una Madre,
ni poner cara risueña
para olvidar a su Padre.
Una Madre da cariño
antes de nacer el hijo,
volcando sobre su niño
su amor que por siempre es fijo.
Una Madre da su vida
por defender a su gente,
y sufre cualquier herida
en el más penoso ambiente.
Los hijos son los culpables
de tenerles reprimidos,
dejando de ser amables
al tenerlos retenidos.
Hay Madres que sin derechos
no pueden ver a sus hijos,
hablando de ciertos hechos
en muchos de los sentidos.
Madres llorando de pena
sin estar en el asilo,
ven tan dura su condena
que esta su vida en un hilo.
Amarradas al silencio
de distintos objetivos,
comprenden ese desprecio
en fechas que dan motivos.
Alguna Madre llorando
no puede ver a sus hijos,
en su vida va calando
el secuestro con prefijos.
Las leyes marchan tranquilas
sin mirar estos desmanes,
en sus momentos perfilan
no ver secuestro en las Madres.
G X Cantalapiedra.