VILLANUEVA DE ALCARDETE: RECORDANDO LAS COSTUMBRES DE NUESTROS ANTEPASADOS...

RECORDANDO LAS COSTUMBRES DE NUESTROS ANTEPASADOS
En esta noche tan fría, siento nostalgia y añoro los años de mi niñez, en mi querido pueblo, Villanueva de Alcardete, a pesar de que entonces no teníamos calefacción ni agua caliente, pero lo que si teníamos, era el calor de nuestros padres y hermanos. En estas fechas tan señaladas, como son las navidades, sentías algo muy especial, nos reuníamos las familias, con los abuelos, que eran parte muy importante, y el centro de atención de todos, sentados alrededor del fuego, a los niños nos contaban cuentos e historias, de sus antepasados, nos quedábamos embelesados, y no veíamos la hora de irnos para la cama, todo era más familiar, siempre añore muchísimo la vida aquella, nunca olvidaré esas veladas maravillosas, lo que me impresionaba muchísimo, era la matanza del cerdo, me despertaban los gritos del cochino, entonces se hacía en casa, recuerdo que salía de la cama, en camisón, y descalza, escondida de tras de la puerta, para no ser vista por los mayores, era un ritual ver aquello, lo que más me impresionaba, era cuando después de haber recogido la sangre, lo subían a una mesa, lo cubrían de aliagas, y le prendían fuego para chuscarrarlo, es como cuando desplumas a los pollos, los pasas por las llamas para limpiarlos bien, sus plumas, después se hacía con el hígado gachas, y se preparaba para el desayuno, parte del hígado y carne del cerdo, un frito para almorzar toda la familia, después que el veterinario, daba el visto bueno de poder comernos del cerdo hasta las orejas, a los pocos días se repartían entre las amistades, y familia el presente, que se suponía que consistía en una morcilla, trozo de tocino, y alguna cosa parecida del cerdo, y nos mandaban a los niños llevarlo, íbamos muy contentos a entregarlo, porque nos daban la propina, la segunda parte consistía cuando se probaban los chorizos caseros, se reunía otra vez la familia, para dar el visto bueno a tan rico manjar, para mi eran tiempos muy felices, porque entonces estábamos toda la familia entera, y ahora faltan muchos seres queridos, de los que llevo en mi mente, de todas formas en estos días venideros, sigo pensando en aquellos momentos, donde la vida me parecía mucho más bonita, seguro que fue por tener mucha más juventud, y menos preocupaciones.. ….. Rosario Fajardo Blanco.