Rojo
color de agonía, roja la sangre caliente
Rojo aquel que yo quería, que me mataron de día.
Aires de guerra se olían en los
montes de
Toledo
España como se enfrentan, tus hermanos día a día.
Se rompieron ilusiones, se truncaron porvenires...
Cruz que en mi pecho reluce, Jesucristo que agonía.
Cruz que en la
plaza pusieron con tu nombre, vida mía
Cruz que llevo desde entonces, y recuerdo cada día.
Abuela, cuéntame un cuento, de esa Cruz que tu decías
Hijo olvida aquella cruz. Rojas,
... (ver texto completo)