interior de las murallas, TOLEDO

La muralla de Toledo existía ya en la época romana y fué reconstruida por el rey visigodo Wamba sobre el año 674, aunque la actual es básicamente de origen árabe con algunos restos de la romana.

La finalización de la obra se debe al rey Alfonso VI, que tras reconquistar la ciudad en el año 1085, terminó esta muralla que hoy podemos ver. Como es sabido este rey hizo convivir las tres culturas árabe, judía y cristiana de las que podemos encontrar muestras en la ciudad.

A pesar de que Toledo siempre ha contado con una gran muralla conocida por todos durante su historia, en épocas de más o menos paz han tomado protagonismo sus puertas de entrada y salida. En ellas el peaje era obligatorio y hacían las veces de aduana de la ciudad.

La Puerta del Cambrón o Puerta de los Judios es la que daba acceso al barrio de la Judería toledana. Tiene dos gruesos cipos árabes del cercano cementerio, en uno de los cuales aún es legible su inscripción. Tiene en la fachada interior la imagen de Santa Leocadia, la martir y patrona de la ciudad, esculpida por Berruguete.
Puerta Vieja de Bisagra o Puerta de Alfonso VI por la que entraron victoriosas las tropas cristianas en 1085. Es del siglo X.

Puerta Nueva de Bisagra (Bab Sagra, la puerta del Campo) es de las más conocidas y fue construida en el siglo XVI. Está flanqueada por dos torreones y detrás el patio de armas y un segundo cuerpo cuyo piso superior servía como vivienda del alcaide responsable de la recaudación del impuesto del portazgo.

Puerta del Sol es una muestra de arquitectura militar. Es de origen musulmán. Esta puerta fue reedificada en el siglo XIV en el mejor mudéjar toledano. El nombre de la puerta del Sol es relatívamente reciente. Fue en el siglo XVIII cuando se pintaron las pinturas rojizas del sol y la luna.