En 1917 se iniciaron las obras para sustituir la antigua
estación de 1858 por una totalmente nueva. Narciso Clavería, ingeniero de MZA fue el encargado de la construcción que concluyó en 1919 dando lugar a una estación de diseño atípico y de claro estilo neomudéjar que en su época generó polémica por alejarse drásticamente del diseño sobrio y funcional de la anterior realizada por Eugenio Page. Toda la estructura de la estación está decorada con
arcos lobulados. En uno de los extremos del
edificio se encuentra la
torre del
reloj.