Su
palacio es una de las realizaciones arquitectónicas de más vastas dimensiones de la ciudad. Se encuentra en la
Plaza del
Ayuntamiento y está considerado como Bien de Interés Cultural.
En el siglo XIII, Alfonso VIII, dona al arzobispo D. Rodrigo Gimenez unas
casas situadas enfrente de la
catedral. Poco a poco este espacio fue ampliado por obra de los distintos prelados.