El
campanario principal alcanza una altura de 92 metros. Inicialmente se debió construir sobre la antigua sacristía de los Reyes Nuevos, pero los capellanes negaron el permiso para que se levantase dicha
torre. Este problema se solucionó mediante la mediación del rey Juan II. En el año 1428 se alcanzó la franja de la
piedra negra. A partir de ese momento se empezó a trabajar en el caracol y el torrejón adosado a la torre por el lado de la
Puerta del Infierno. Más tarde, en el año 1432, se llegó hasta el último cuerpo, donde se colocaron los
arcos para las
campanas.