Se trata de una
vía pública cubierta debido a que sobre él se comunican entre diferentes
edificios los
conventos de la zona. A través de los siglos las donaciones de
casas contiguas obligaron a los conventos a construir pasos de comunicación por encima del nivel de las
calles. Su visita por la
noche, con la luz ténue y el cobertizo en forma de
túnel, es un atractivo muy especial para una ruta
nocturna sobre
Toledo.